La tormenta

Al principio, todo es luz, claridad
se acerca la nube, pero no importa
todo irá bien, no lloverá
y si lo hace, no tendremos resguardo.

Ya está encima nuestra la nube
y empieza a llover, pequeñas gotas
poco a poco aumenta la intensidad
nos tenemos que esconder bajo un árbol.

Pero los rayos caen, y se clavan
directos en medio del árbol
pensamos que no sería necesario el resguardo
pero nos ha protegido.

Ahora estamos solos
bajo la tormenta
sin nada que nos proteja
sin nadie que nos cuide.

-Anael

¿Abandonar o intentarlo una vez más?

¿Qué hacer cuando tu corazón te dice una cosa y tu cerebro otra?

Pues no lo sé, no tengo ni idea, pero es una mierda.

Quieres renunciar, acabar con todo, abandonar,

pero tu corazón te dice que lo intentes un poquito más. 

Aunque el cerebro sabe que por mucho que lo intentes, vas a volver a caer y te va a costar mucho levantar.

Y sabe que si lo sigues intentando, el corazón acabará dañado.

¿Qué paradoja no?

El cerebro pensando en los dos, y el corazón, que es el que se encarga de mantener vivos a ambos,

solo piensa en él.

-Anael