Hoy más que nunca,
somos la voz de las que ya no.
De todas las que
salieron de casa valientes y volvieron presas del miedo, de las que fueron
culpadas por su ropa, su maquillaje o incluso su forma de bailar de lo que un gilipollas
y su aire de superioridad decidieron hacer.
De todas las que
evitamos las zonas sin gente y a oscuras solo “por si acaso”.
De todas las que han
sufrido en silencio porque saben que denunciar no es suficiente para que esa
tortura acabe.
De todas a las que han
hecho pensar que esto es su culpa, que somos inferiores y que nos merecemos
todo lo que nos hagan.
De esas a las que la
sociedad ha machacado hasta el último momento sólo por SER LIBRES.
De todas a las que un
novio que “las quiere demasiado” les prohíbe llevar, ser, o hacer lo que ellas
quieran.
De todas las que
justifican el moratón que le ha salido en las costillas porque claro, su pareja
tuvo un mal día, y ella estaba muy pesada.
Hoy más que nunca,
juntas, somos una sola voz.
-Anael
-Anael
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