Estoy sentada frente a la Torre Eiffel iluminada,
el Hôtel des invalides acorde a su cúpula,
y una pequeña noria al fondo
demostrando que París, siempre, está de fiesta.
Tengo la ciudad del amor a mis pies
y, por muy raro que suene, no estoy pensando en ti.
La voz de Michael llena la habitación,
joder,
you made me feel so young,
tan joven que me he olvidado de que para querer,
primero hay que aprender a amarse,
tópico pero cierto.
Louis Armstrong lo dijo,
La vie en Rose sigue siendo igual de ñoña,
con o sin ilusiones de por medio.
John Coltrane desde la tumba
me hace bailar junto al sena con el sonido de su saxo.
Ahora la Torre Eiffel refleja todas las estrellas
que en el cielo no se ven.
París sigue a mis pies
y tú sigues sin pasar por mi mente.
-Anael
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