Cada parte de su piel está llena de complejos
y es normal,
ha vivido con gente perfecta toda su vida,
y ella,
nunca se ha acercado a serlo.
Se mira en el espejo y no puede evitar las lágrimas,
no es como ellas,
no tiene las mismas curvas,
ni las mismas tetas,
ni el mismo culo,
ni la misma tripa,
ni el mismo pelo,
ni la misma cara,
ni las mismas cicatrices.
Pero no son esas sus principales diferencias,
no tienen la misma seguridad,
y es ahí,
donde su barco se hunde.
Tiene tanto miedo a no gustar,
a no ser suficiente,
que se queda atrapada en sí misma,
sin darse cuenta
que la gente que ella considera perfectas,
son todas diferentes.
Y es que la clave está en eso,
en ser tu misma,
sin intentar igualar,
sin intentar superar,
solo ser tú.
-Anael
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