Pensé, pensé que ya le había olvidado, que ya lo había superado, que ya no le necesitaba, pero parece ser que me equivoqué, que le sigo queriendo, que aún no lo supero, me he vuelto a tropezar con la misma, la piedra de la que más cuesta levantarse, y por experiencia sé que me costara levantar, pero algún día, tus finos labios, tus ojos marrones, tu sonrisa perfecta, y tu moreno pelo, no me atraerán, algún día te olvidaré, pasaré página, y esta vez, de verdad. Ese día, puede que sea mañana, o dentro de dos años, pero sé que llegará, porque, te tendré que dejar marchar, te tendré que dejar ser feliz, me da igual si es conmigo, o con otra, si es aquí o allí, porque soy tan tonta, que me da igual si yo estoy mal, siempre que las personas a las que quiero estén felices. No te voy a obligar a que te quedes, pero eh, tampoco te quedes aquí para jugar con mis sentimientos.
-Anael
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