Llega ese momento de la vida en el que te das cuenta de que todo pende de un hilo.
Que las personas eligen qué hacer con ese hilo. Si seguir tejiendo una cuerda con él , u olvidar que ha existido. Incluso, habiéndola tejido, también pueden elegir cortar esa cuerda desde la raíz.
Aunque parece que hay gente que no sabe hacer eso, simplemente se molestan en cortarla, sin calcular el sitio donde lo hacen. Pero lo que no saben, es que si la dejan por la mitad, la cuerda se sigue tejiendo poco a poco, y eso puede originar muchos problemas futuros. Como yo.
Yo soy esa cuerda cortada por la mitad de la que os hablo. Crecí a base de falsas esperanzas, a base de promesas que se han quedado en vano.
Y sigo aquí, a medio tejer, deshilachándome, pidiendo auxilio, pero ya nadie se a-cuerda de mi.
-Anael.
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